Vivian Chacón estudió tres carreras y hoy abre nuevas rutas para las profesionales chilenas.
Diez mil kilómetros no son nada si se trata de perseguir un sueño. Así lo cree Vivian Chacón (38), quien hubiera recorrido la distancia que hiciera falta para encontrarse con su actual realidad.
Y es que hoy la prevencionista de riesgos, técnico en construcción civil y, recientemente egresada de Construcción Civil, hace historia en Nueva Zelanda.
Chacón, quien estudió sus tres carreras en AIEP Puerto Montt, es la primera mujer de su región en obtener visa de trabajo para desempeñarse laboralmente en Nueva Zelanda, como parte del convenio de colaboración suscrito entre AIEP y Abroad Global, fundación dedicada a combatir el déficit laboral que enfrenta la nación oceánica en la actualidad.
“Cuando me dijeron que quedé se me erizó la piel”, cuenta Vivian Chacón desde su nuevo hogar en Auckland, que la acoge hace poco más de dos meses. “Estas primeras semanas han sido caóticas, gestionando la cuenta bancaria y todos los trámites para instalarme formalmente, encontrando un medio de transporte, una casa”, asegura. “Yo vine con mi familia, entonces ha estado intenso. De a poco estoy acostumbrándome a lo nuevo y a las cosas distintas de la vida cotidiana, como conducir por la izquierda”, relata desde el otro lado del mundo.
Chacón recibió un visado laboral de tres años, por lo que sus expectativas y proyecciones son altas en esta nueva aventura, en la que se declara “muy feliz” de portar la bandera de Chile y de nuestra institución tan lejos de casa.
DESTACADA EN UN ÁREA DOMINADA POR HOMBRES
“Todo esto lo tomo como una gran responsabilidad”, expresa, pues considera que con su labor puede “hacer el camino para otras mujeres que quieran venir en el futuro”. Y no es menor. En un área donde la presencia hegemónica es de los hombres, Vivian no se amilana y quiere más.
Y a las que, espera, sigan su camino, les habla claro: “Si algo les apasiona, pongan todo su cariño, esfuerzo y dedicación. Tengan un objetivo claro de dónde quieren llegar y trabajen por eso”, dice, esperando que cada día haya más mujeres en el área de la construcción.
Tampoco olvida su formación. “Todo mi desarrollo fue óptimo en AIEP para llegar hasta acá. De no ser por el convenio de AIEP todo esto sólo hubiese sido un sueño. Y con lo que aprendí he logrado resolver tareas que se me han encomendado acá”, afirma.
Sobre su nuevo trabajo explica que debe someterse al sistema laboral imperante en el área de la construcción en Nueva Zelanda, donde sin importar el título todos quienes ingresan lo hacen para realizar todo tipo de labores. “Mover materiales, sacar basura, limpiar… Se comienza desde abajo. En ese proceso estoy, con un horario de 7:30 AM a 04:30 PM”.
Y en esa vorágine Vivian ya empieza a adaptarse. “Mis compañeros son lo mejor. Trabajo con otra mujer, colombiana, y con samoanos y filipinos. Todos muy amigables y dispuestos a ayudar en lo que sea”, celebra también Chacón, encantada con la multiculturalidad de la isla.
“Los paisajes son preciosos”, reflexiona finalmente, encantada con su nueva vida. “Sólo me queda dar gracias a Dios por lo que me permite vivir junto a mi familia. Ahora sólo falta el esfuerzo constante, hacer las cosas lo mejor que pueda, no desanimarme cuando el camino se ponga cuesta arriba, además de ser perseverante y constante”, sentencia.
CONVENIO CON ABROAD GLOBAL
Así como Vivian Chacón, ya son una decena los titulados de AIEP que están trabajando y desarrollándose profesionalmente en Nueva Zelanda, en el marco de este convenio de colaboración entre nuestra institución y Abroad Global.
AIEP es una institución pionera en el país en este tema y a los estudiantes, titulados y docentes del área de la construcción, pronto podrán sumarse también desde la escuela de Salud, ampliando así las posibilidades de desarrollo para nuestra comunidad.
“Tenemos excelentes técnicos capaces de insertarse en el mercado laboral extranjero”, puntualiza la rectora de AIEP, María Loreto Ferrari, expectante ante este acuerdo, que permite a los beneficiados, entre otras cosas, optar a visas de trabajo que conceden múltiples derechos sociales en Nueva Zelanda, así como la opción de desplazarse hasta aquel país incluso con los integrantes de su familia.